Menopausia e incontinencia urinaria

La menopausia es el proceso que atraviesa el cuerpo de la mujer cuando su tiempo de fertilidad comienza a agotarse. Generalmente, se constituye desde los 40 años de edad e implica síntomas tanto físicos como psicológicos que tienen un gran impacto en la vida de la mujer. Entre ellos, por ejemplo, la incontinencia urinaria.

 

Pero, antes de ahondar en nuestro tema principal, exactamente ¿qué es la menopausia? 

La menopausia consiste en la desaparición de la ovulación y por tanto de la menstruación. Asimismo, con este proceso el cuerpo de la mujer pierde la capacidad de reproducirse. Normalmente, ocurre entre los 40 y los 50 años.

 

¿Cómo se presenta la menopausia?

 

Los síntomas de la menopausia se presentan de distintas maneras conforme se avanza en edad. Los más frecuentes son: sudoración, los sofocos, la irritabilidad, las palpitaciones, el nerviosismo, la labilidad emocional y la tendencia a la obesidad. 

Más adelante pueden aparecer cambios que afectan a la musculatura, la piel y el aparato genitourinario.

Es aquí donde nos detenemos a hablar de esta adicción que puede generar muchas molestias a la mujer. 

Se puede diagnosticar incontinencia urinaria cuando existe “una queja o molestia derivada de cualquier pérdida involuntaria de orina”. La incontinencia puede ir acompañada o no de sensación urgente de miccionar y lleva consigo la imposibilidad de retener la orina de forma permanente o transitoria.

 

Aproximadamente un 24% de las mujeres padece incontinencia urinaria. Esta incidencia aumenta al 30-40% en mujeres de mediana edad y hasta el 50% en mujeres ancianas.

 

Esto se debe a que, con la edad, disminuye la producción de estrógenos, siendo mucho más pronunciada en la transición menopáusica.

 

Existen cuatro tipos de incontinencia urinaria:

  • Incontinencia urinaria de urgencia: pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar.
  • Incontinencia urinaria de esfuerzo: pérdida involuntaria de orina asociada a un esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión abdominal, como toser, estornudar, reírse o durante una actividad física.
  • Incontinencia urinaria mixta: una combinación de las dos anteriores.
  • Incontinencia urinaria de rebosamiento: Se producen pequeñas pérdidas durante el día y la vejiga, por la debilidad del músculo o por obstrucción.

 

¿Cómo se previene la incontinencia urinaria?

 

  • Un suelo pélvico firme ayuda a mantener la funcionalidad del sistema urinario o.Se puede conseguir con ejercicios específicos para reforzar la musculatura de la zona pélvica.
  • Mantener un peso saludable. El peso extra puede añadir presiones innecesarias al suelo pélvico y a la vejiga.
  • Aumentar el consumo de fibra para evitar cuadros de estreñimiento.
  • Hacer ejercicio de forma regular, pero evitar los deportes de alto impacto.

 

¿Cómo tratar la incontinencia urinaria?

 

Lo primero y más importante es consultar con un médico especialista para encontrar la solución adecuada para cada caso, pues el organismo de cada mujer reacciona de distintas maneras. Generalmente, se opta por tratamiento estrogénico, tanto oral como vaginal. 

También existen otras opciones farmacológicas como los anticolinérgicos, que minimizan la contracción involuntaria.

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