Se considera recidiva cuando una enfermedad reaparece después de un periodo de curación. En el caso de las infecciones vaginales, es importante diferenciar esta situación de las persistencias de la infección con periodos de mejoría debido a tratamientos no eficaces.
En este sentido, la candidiasis vaginal (VVC), la vaginosis bacteriana (VB) y la tricomoniasis tienen comportamientos distintos.

Se considera que la VVC es recurrente cuando la paciente experimenta 4 o más episodios en un año, lo cual ocurre aproximadamente en el 40-45% de las mujeres que han tenido un primer episodio de vaginitis por hongos en algún momento de sus vidas.
Se han mencionado varios factores que pueden contribuir a la recurrencia, como la contaminación proveniente del tracto digestivo o la transmisión entre parejas, pero ninguno de ellos ha sido comprobado de manera concluyente mediante estudios científicos rigurosos.
Es esencial que las mujeres con síntomas se acerquen a los servicios de salud, pues un número significativo de mujeres se autodiagnostican y se tratan basándose en experiencias anteriores, sin que se haya confirmado la presencia de la infección. Esto lleva a que las recidivas continúen apareciendo.
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